martes, 5 de julio de 2011

SEXTO POEMA

HECHIZO


Cosquilleo de horizonte y olas encendidas
coreando el único estribillo
que encanta las aguas.

Nos meceremos
en su marea escurridiza
podremos columpiarnos,
caminar sobre sus crestas
llenar los pechos de azules serpentinas
cubrir nuestros cabellos de plata:

Un mar como destino y recompensa
nos aguarda.

Y aunque la vida embistiera
y a trombos empujara la corriente,
el mar recompondrá nuestro esqueleto
prestando a las pupilas
el brillo renovado de sus aguas.


Charo Blanco

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