PUERTA CERRADA O “LA SUERTE DEL REFUGIADO”
Es un
dolor que rompe en el tiempo o,
quizás, siempre está ahí.
Tristeza y rabia,
sentir lo indigno del hombre con el hombre.
Más y
más muros construidos. Expulsiones de nuestro
lugar “sagrado”.
Vergüenza que se
repite “por los siglos
de los siglos…..”.
Corazón escucha.
Va,
entreolvidos
de flor de
cerezo,
alambres de espino,
cuchillas ensartadas,
gentes sin rostro,
miran
el ayer.
El que late soy yo
Roberto Rivas. Foto: Patri Díez |
POEMA: Roberto Rivas, mi interés es, está en la poética del objeto,
en el desvelar lo que acontece, el tránsito destiempo, el dolor del hermano,
el sentir del cuerpo –recipiente del alma-. Un paseante más de este mundo.
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